PRIMERA PARADA, UNA COPA DE LA PANESA

Lo de Bodegas Emilio Hidalgo no es normal, ese saber hacer, ese paso de testigo de generación en generación y ese mimo con tanto cariño hacia lo suyo. Y claro, con razón encontramos esos tesoros en cada una de sus botellas. Ellos hablan de el JEREZ con mayúsculas, posicionándose como grandes vinos.

 

Para entender un buen producto del Marco de Jerez hemos de tener en cuenta el nivel de calidad de numerosos factores ya que no todo es terruño, salinidad, microclima y palomino (uva con la que se elaboran estos vinos a excepción de algunos PX), sino que hay que valorar el trabajo de una bodega con años a la espalda, así como sus soleras. Y en el caso de la bodega de la que os hablo hoy juegan en premier.

 

En sus vinos encontramos colores naturales, en rama (directo de la bota sin procesos de estabilización debido a su madurez) disfrutando así al máximo de los matices y registros de la bodega.

 

 

 

 

¿Sabes lo que es la “satirez”?

Es un concepto #muyNuut , creado en este marco como concepto amargo salino.

 

La Panesa, para mi es mucho más que un fino. Recuerdo una década atrás cuando lo descubrí en uno de mis viajes gastronómicos y me creo una necesidad de tener siempre una botella en la cava en casa. 

El día que lo probé me dije: “¿Pero qué finos he tomado hasta ahora?” 

 

Y es que La Panesa es un fino con 16 años de solera, que se dice fácil pero el trabajo de las levaduras bajo velo flor (haceros a la idea de que estas levaduras serían como un paralelismo a masa madre para que os parezca más familiar) de la bodega así como su crianza de las mismas y las antiguas soleras se ven más que reflejadas en esta joya. 

Se trata de un fino de madurez, un gran vino gastronómico.

Tras disfrutar de una copa lo describiría como sutil, elegante y maduro, con volumen y muy fresco. Perfecto para afrontar una comida de principio a fin.

 

¿Pairing ideal?

Me encanta un volcán de hojaldre pincelado con mantequilla de trufa blanca de Sabatino Tartufi y Jamón joselito, corazones de alcachofa de La Catedral de Navarra y un queso Cornish Yarg con unas crackers de chilli de Fine Cheese and CO (lo ideal es que el queso que seleccionemos a la hora de un pairing con estos vinos sea nada salino).

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