Llega marzo y, con él, la floración avanzada en frutales mediterráneos, buganvillas que tras las heladas de la noche comienzan a dar sus primeras pinceladas de color. Esas temperaturas aún metálicas que no nos dejan terminar de quitarnos las capas de armadas lanas que deseamos dejar de lado para ese cambio de armario.
Y es que cuando pienso en cambio de armario, no se si te pasa lo mismo, pero también pienso en renovación de despensa… y es que no siempre nos apetece lo mismo!!!
Eso sí, tenemos claro que siempre nos apetecen productos #muynuut.
17:07h, salgo a caminar acompañada de »Underwater» de Ludovico Einaudi en mis airPods. Tranquilidad en la manzana, el Sol comienza a bajar y todo se baña de un color que me recuerda al Spritz. La temperatura es de 17º.
Regreso a casa y me preparo un granito de limón, como lo llaman en Sicilia (hielo, agua y limón) con limones del huerto de mi padre. Me comienzan a apetecer esos matices cítricos, tipo bergamota, olores perfumados, azahar… es cuestión del cambio de estación, cambio de armario, cambio de despensa.
SÍ, me apetece verme con colores vivos, me apetece disfrutar de una copa de blanco Lighea de DonnaFugata.
Al día siguiente, con dicho vino pasamos un rato disfrutando de los últimos rayos de sol del día en mi casa de campo, soñando por un momento que me encontraba en las afueras de Palermo, más bien en Corleone mientras prepárabamos el shooting y algunos vídeos de temporada. Rodeada a su vez me vi de bellos naranjos, cítricos limoneros color nuut y pinchosas palas rodeadas de colombas Fiasconaro Dolce & Gabbana.