Sopla viento de Poniente en Tarifa, ya tenemos plan para la tarde, iremos a ver como hacen kitesurf desde Bibo Tarifa en Valdevaqueros con un mojito asado (infusionan el ron con piña asada y chile).
Pero antes aprovecharemos la mañana para ir a tomar alguna manzanilla #muynuut acompañando unos langostinos en Sanlúcar de Barrameda.
¿Imaginas que no tomaré cualquier manzanilla verdad?
Este pueblo me parece especial, con naves que parecen estar olvidadas entre calles, y de repente ves que tienen un almacén con un pequeño despacho castizo lleno de un olor salino yodado. Es como si el tiempo se parase.
Y esa sensación me viene cada vez que disfruto de una copa de manzanilla Velo Flor.
Esta manzanilla pasada la elabora Bodegas Alonso con muchísimo cariño, con una crianza biológica de una media de 10 años. Y es que solo hay que ver su color en la copa para saber de que no estamos hablando de cualquier cosa.
En nariz me encanta con esa satirez que os comentaba en el anterior post, pero es que en boca que supera ya que es un mix entre salinidad, mineralidad y unos toques cítricos.
Y ahora es cuando empezáis a visualizar el pairing perfecto para este producto. Se que muchos de vosotros pensareis en un buen jamón iberico de bellota, en un buen marisco fresco, en una fritura de pescado…. Si seria un pairing bastante armonioso, pero #yonomeconformoconcualquiercosa.
Mi propuesta de pairing es la siguiente:
Esta manzanilla pasada es perfecta molecularmente hablando con un buen escabeche, por lo que una lata de mejillones 4/6 Jose Peña son ideales.
Pero quiero ir más allá, por ello pensando en una combinación con matices verdes vegetales y tostados fusionados con ese escabeche del mejillón llegamos a un plato lleno de sabor y un visual perfecto para un aperitivo de verano. Por ello necesitarás también una lata de puerros de La Catedral de Navarra.